Amada y Divina Providencia:
Tú y sólo tú que eres el autor de todo lo creado, sin cuya voluntad nada se mueve, recurro a ti en estos momentos de vacilación, para que tú me guíes y también me protejas en contra de todos los espíritus tentadores y envidiosos.
Mi espíritu guía:
Si algún enemigo material aguijoneado por la envidia pretendiese levantar su mano para herirme o pronunciar una palabra o humillarme por medio de la calumnia, desviad su mano y su pensamiento para que arrepentido de su falta me pida perdón, que yo; lo perdonare, y rogare a Dios por su salvación.
Ángel de mi guarda:
No permitas que yo siendo inocente pueda ser víctima, ni pagar culpas que no he cometido, solamente por satisfacciones que quieran experimentar los espíritus falsos y asesores.
En nombre de Dios Todopoderoso, pido y ruego al bello Ángel de mi guarda y a mis espíritus protectores que me libren de malas influencias y de malas tentaciones; que los espíritus falsos, malos y seductores no tengan ninguna entrada en mi persona ni tampoco en mi casa y que los espíritus de luz me sirvan de escolta.
Gran y bello Poder:
Que esta bella Oración en la puerta de mi amado hogar sirva de muralla y barrera para todos mis enemigos materiales y espirituales y que vuestra Divina Gracia nos cubra con su manto,
Amén, Jesús.
Articulo con fin de lectura y entretenimiento.