En casos difíciles yo siempre acudo a la Divina Misericordia.

En mi familia cada que se nos presenta una situación difíciles nos encomendamos a LA DIVINA MISERICORDIA, para su ayuda en a resolución de mi problema y acudiendo a ella siempre siento y un gran alivio.

 

¡Oh Dios de gran misericordia!, y bondad infinita, desde el abismo de su abatimiento, toda la humanidad implora hoy
Tu misericordia, Tu compasión, ¡Oh Dios! Padre Celestial todos te aclaman con la potente voz de la desdicha.

 

¡Dios de Benevolencia,
no desoigas la oración de este exilio terrenal! ¡Oh señor!, Padre de Bondad que escapa nuestra comprensión, que conoces nuestra miseria a fondo y sabes que con nuestras fuerzas no podemos elevarnos a Ti.

 

Te lo imploramos:
Adelante con Tu gracia y continúa aumentando Tu misericordia en nosotros, para que podamos, fielmente, cumplir Tu santa voluntad, a lo largo de nuestra vida y a la hora de la muerte.

 

Que la omnipotencia de tu misericordia
nos escude de las flechas que arrojan los enemigos de nuestra salvación, para que con confianza, como hijos tuyos, aguardemos la última venida.
Y esperamos obtener lo que Jesús nos prometió a pesar de nuestra mezquindad.

 

Porque Jesús es nuestra esperanza:

A través de su Corazón misericordioso, como en el Reino de los Cielos.

Te solicitamos humilde mente (se hace petición) si es para nuestro bien y el de nuestra alma que se resuelva este problema que se apodera de nuestra tranquilidad.

Te lo pedimos por tu Inmaculada Madre la siempre bella Virgen María Apiádate de nosotros y no nos desapartes de tu amparo y protección

 

AMEN.

 

 

La oración nos acerca Dios y nos hace bien al alma. Recuerda orar con mucha Fe y con el corazón lleno de amor y limpio de malos sentimientos, acompañalo con un PADRE NUESTRO.

 

Articulo con  fin de entretenimiento y diversión

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