Todos hablamos del amor; un sentimiento que te atrapa y te puede llevar a conocer mundos escondidos en el fondo del mar y en la punta del cielo, pero lo que no hablamos es lo que puede hacer por nosotros y lo mucho que puede llegar a destruirnos. Hablamos de las cosas buenas que puede hacer por nosotros, pero no queremos hablar del dolor una vez que llega a nuestra vida. El amor en ocasiones no es un sentimiento, es una condena.
Amar no es nada fácil, sobre todo cuando no has encontrado a la persona correcta que te haga sentir el amor como un sentimiento y no como un dolor que trae la decepción de estar a lado de una persona que no te corresponde, que no puede compartir el mismo amor que sientes tú.
Todos soñamos con esa persona, esa persona que nos haga sentir más allá de las nubes; que cada vez que esté a nuestro lado nos demuestre con hechos que siente lo mismo que tú y que estará dispuesto a entregarse por completo, así como te entregas tú. Todos hemos pensado en ese día, en el que nos toparemos con el amor de nuestra vida, esa persona con la que pasaremos el resto de nuestra vida, con quien nos vemos pasar nuestros años y nos haga feliz por siempre. Pensamos que el amor nos llegará, tocará a nuestra puerta y que de ahí en adelante conoceremos la verdadera felicidad, pero no pensamos en todo lo que tendremos que pasar para encontrarlo. No nos acordamos que para llegar a la persona correcta, quizá tendremos que equivocarnos, pasar algo de tiempo con personas equivocadas que nos harán mucho daño y que, en ocasiones nos harán olvidar la idea de seguir en busca del amor verdadero.
No podemos librarnos de encontrar a la persona equivocada y entregarle todo pensando que es la correcta; al entregarle todo lo que somos estaremos perdiendo nuestro tiempo y en ese tiempo, sufriremos algo que nunca imaginamos que el amor produciría en nosotros; es ahí cuando el amor deja de ser un sentimiento y se convierte en una condena; una condena que no entendemos el porqué nos toca, porqué llega a nuestra vida.
Encontrar a esa persona, la persona perfecta que compartirá el amor a tu lado y que te demostrará que aún está la posibilidad de seguir adelante creyendo en ese sentimiento que todo mundo ha querido encontrar y que en algún momento ha tenido que enfrentar.
No podemos asegurar si todos hemos experimentado el dolor del desamor, pero podemos decir que una gran parte se ha tenido que enfrentar al llanto por las noches del no poder estar a lado de la persona que amas, no importa la razón, lo que importa es que el tiempo se detiene al no encontrar la manera de olvidar todo el pasado y dejar atrás lo que no funcionó, todo lo que hizo que en ese momento quisieras desaparecer a un lugar donde nadie pueda tocarte y volver a hacerte daño. El amor puede convertirse en una condena sin merecerla…